Tuesday 22 November 2011 1 No Reply

Leo Quinteros en el Jardín Botánico
Viña del Mar, dom 20 de noviembre 2011


La Fundación Jardín Botánico lleva 5 temporadas de conciertos dominicales que han contado con nombres de la estatura de Nito Mestre y Los Tres, no obstante tener una inclinación hacia lo que las disquerias catalogan como World Music. El domingo 20 era el turno del rock, el cual solo tiene permiso para subirse a este escenario en formato acústico o en este caso en versión cantautor con Leo Quinteros.

Leo subió al escenario con 15 min de atraso por problemas con su guitarra acústica, espera que fue un detalle gracias al ambiente familiar y de paseo que se da en estos conciertos, de hecho Leo se mostró muy contento de poder tocar de día y en un parque con muchos niños corriendo cerca del escenario, incluida su hija que era la primera vez que lo veía actuar y no entendía muy bien el concepto.

Durante 45 minutos Leo se apoyó principalmente en su disco Los Accidentes del Futuro (Invisibilidad, La Enredadera, Pensilvania, Por Ahí Van, Accidentes del Futuro), pero partió con Fiesta de Pagada de su segundo LP Ahora!, interpreto Fumadores de su primer disco 1A e incluyo solo un tema de su nuevo disco en el set regular (Cheerleader), aunque en el encore sumó Nuestro Sábados. Menciono esto porque si bien la calidad de sonido de Días Santos es tan notable (o sea, fue masterizado en Abbey Road) que hace sonar a Los Accidentes del Futuro como un disco amateur, la nueva colección de canciones no tiene el peso, carisma y emotividad que la de Los Accidentes y me parece que Leo se da claramente cuenta de eso.

Leo se sabe manejar con la acústica, con oficio consiguió que el público familiar lo escuchará atentamente, pero también habíamos un puñado de fans que le pedimos canciones cada vez que pregunto por alguna sugerencia, acogió Andes Empire en donde olvido parte de la letra al comienzo, pero con buen humor pidió disculpas (primera vez que me pasa, dijo) y partió de nuevo. Le pasó a Sir Paul con We Can Work it Out en su Unplugged para MTV y no le va a pasar a Leo Quinteros. Algunos fans y yo le pedimos HeartAttack pero dijo que solo la podía hacer con guitarra eléctrica.

Después de cantar Cheerleader Leo interpretó un tema que no había escuchado, no sabría decirles si era un tema nuevo o a mi memoria de wurtlizer le está fallando la RAM.

Sunday 20 November 2011 0 No Reply

Peter Gabriel & The New Blood Orchestra
Santiago, miércoles 16 de nov 2011

por Gonzalo Cowley @talocowley

En una de las pocas interrupciones al concierto que duró más de 120 minutos, un fanático gritó desde la galería del Movistar Arena, “ídolo”, a lo que Peter Gabriel respondió con un solemne y profundo… “gracias”. Así fue su concierto. Un momento de solemnidad de principio a fin.

El británico demostró por qué en la Isla nacen virtuosos. La lista es larga y en esta ocasión hubo derroche de sobriedad, talento y carácter.

En cada momento estos tres elementos daban vueltas por el escenario. Nada estuvo de más, ni tampoco de menos. Mr. Gabriel no necesita subirse a las mesas para destacar, ni gritar desaforadamente para llamar la atención. Premunido de un torpedo escrito en castellano y previo a agradecer el favor de un público admirado, procedía a presentar cada una de sus canciones leyendo en el idioma de los asistentes al concierto. Un caballero.

Abrió su show con una composición que habla sobre la tortura y que refleja su compromiso con el respeto a los Derechos Humanos ya manifestado en el concierto de Amnistía Internacional en 1990, donde fue la primera vez que lo escuché en vivo cantando temas como Biko o Don´t Give Up, interpretado, en aquella oportunidad, junto a Sinead O´Connor. Esta vez, también rindió homenaje al sudafricano, recordó a Víctor Jara y a los jóvenes del mundo árabe por la labor que están haciendo a favor de la libertad. La interpretación fue sublime.

Esa sobriedad monumental que tiñó el ambiente del Movistar Arena y que dejó en total silencio a las diez mil personas que estábamos presentes, fue lograda por esa actitud que impuso desde un comienzo. Quizás, por un momento, todos pensamos que ocurriría algo similar a lo que había acontecido con Sting y la Sinfónica, una noche de éxitos. Aquí no fue igual. New Blood constituye un set de temas que inunda el ambiente, muchos de carácter experimental que te obligan a escuchar y a estar atento.

En un momento de elixir, en medio del concierto, llegué a pensar que esta obra de Peter Gabriel y la magistral interpretación de la Orquesta Sinfónica integrada por londinenses y nacionales y magistralmente dirigida, sería una obra que perduraría por décadas y de visita obligada. Al día siguiente, lo confirmo. Es un bálsamo para el alma y está construida en total armonía y con total propósito estético. Es musicalmente sólida, se interpreta con el carácter que el británico le impone al escenario y es conceptualmente potente.

Acudimos al testamento en vida de Mr. Gabriel y, a través de sus canciones y composiciones, nos internamos en medio de su biografía; en los recuerdos de su vida de granja cuando niño, en la belleza cándida de su homenaje a los cien años de vida de su padre prontos a cumplirse el próximo abril, a la influencia de África en sus textos y ritmos; a la importancia de la lucha del hombre por su libertad. Y escuchamos su casi infranqueable voz que aún, a sus años, logra elevar a las nubes agudas e inundar el espacio.

Cerró su concierto, luego de pasar por tres o cuatro éxitos, con una maravillosa interpretación instrumental de la Orquesta, denominada El Nido, momento culmine donde la extraordinaria puesta en escena audiovisual clausuraba su tarea a través de variadas pantallas donde el juego de formas, colores, abstracciones y conceptos –todos perfectamente diseñados– coparon cada segundo del Teatro y a cada uno de los asistentes.

He visto cientos de conciertos en mi vida. A virtuosos del Jazz y la música clásica, a Orquestas y Directores grandiosos, a músicos con una guitarra que logran despuntar emociones y a cantantes que te alegran el corazón y la vida con sus registros vocales, pero nunca había estado en un espectáculo tan completo, tan perfecto, tan inquietante y solemne.

Publicado originalmente en EL POST. Foto por Carlos Muller Flickr © creative commons
Tuesday 8 November 2011 0 No Reply

Ringo Starr en Santiago, viernes 04 de nov 2011

y todo lo que tengo que hacer es actuar con naturalidad ...

Finalmente los fanáticos de los Beatles pudimos dar por cumplida la tarea al tener la oportunidad de ver en vivo a los dos Fab4 sobrevivientes, y a uno de sus invitados (Clapton) el mismo año. En lo personal ya había visto a Paul el 93, por lo que esta vez tenía más euforia por ver a Ringo, la cual tuve que contener un poco porque estaba sentado en platea baja y la gran mayoría de la gente ve y escucha los conciertos sentados, lo que para mi es difícil si se trata de rock and roll y más aún si tengo a uno de mis dioses musicales al frente.

Yo no sé si los más o menos 8 mil asistentes al Arena sabían que el show de Ringo incluye un momento para cada uno de sus all starr friends y cuales eran las canciones de los Beatles incluidas o posibles de incluir, porque note harta gente colgada con algunos temas del set list y varios retirandose antes.

Ringo cantó 6 canciones de los Beatles: Boys '63, I Wanna Be Your Man '63, Honey Don't '64, Act Naturally '65, Yellow Submarine '66 & With a Little Help From My Friends '67. Las 4 primeras solían hacerlas los Fab4 en vivo, para Boys y I Wanna Be Your Man, Ringo además de cantar tocó la batería, lo que fue para mí el mejor regreso a la Beatlemanía (para la discusión: el cierre de I Wanna Be Your Man lo hicieron según la versión "original" de los Rolling Stones). Las otras dos nunca fueron tocadas en vivo por los Beatles, por lo que poder escucharlas fue un lujo, para mi el solo hecho de tener al mismísimo Billy Shears en frente cantando With a Little Help From My Friends (en versión extendida, con solo de guitarra incluido) pagaba el recital.

El mejor momento de la noche fue sin duda Yellow Submarine, en donde todo el público se puso de pie (por fin!) y muchos agitaron globos amarillos, lo que fue un gesto notable cortesía de La Tiendita Beatles. En la platea alta pude ver una gran y notable réplica 2D del Submarino Amarillo.

De los temas de su carrera solista Ringo suele hacer tres nuevos y tres hits, pero nos dejo pagando con un tema nuevo, ya que sólo interpreto Choose Love del 2005 (pueden ver el pésimo video que grabe al final, pero suena bien) y The Other Side of Liverpool de su último disco Y NOT (2010), nos quedo debiendo Peace Dream también del Y NOT.

De sus hits, todos de los comienzos de los 70s, se despacho de entrada la notable It Don't Come Easy (gotta sing the blues if you wanna pay the dues), incluyó Back Off Boogaloo (que me pareció que nadie conocía) y la tercera fue la notable Photograph, en donde los más fanáticos echamos de menos que le dedicara unas palabras a George, coautor del tema, similares o incluso la misma que dijo en el Concierto para George (ahora este tema tiene una connotación diferente para mí). A diferencia de Paul, que se las sabe por libro, Ringo se limitó a tocar la fibra beatle solo al cierre con la coda de Give Peace a Chance.

Del resto del show puedo decir que el sonido fue siempre impecable, que el tema no cantando por Ringo más coreado fue Broken Wings, en donde el bajista recordó que se metió en problemas cuando en plena dictadura toco con Mr Mister en el festival y leyó un comunicado en apoyo a los actores perseguidos por el regimen militar. El tema más aplaudido fue la multifacética instrumental Frankenstein de Edgar Winter, en donde Ringo aprovechó de salir unos minutos de escena.

Salvo el tema ya mencionado, para los temas no cantados por Ringo, el siempre se sentó a la batería repartiendose arreglos con el segundo baterista, para ser honesto no hizo nada espectacular, pero hay que tener claro el espíritu de estos shows que organiza Ringo: juntarse con sus amigotes e irse de carrete por el mundo, que ganas de envejecer así!.



Mención de honor para Wally Palmer, vocalista y segunda guitarra de The Romantics, que si bien no tocaba mucho y a pesar de los kilos demás, supo mantener una actitud rockera todo el concierto.

Acá cuatro versiones del concierto para descargar cortesía de T.U.B.E.

La foto es cortesía de mi amigo beatles Pablennon76.
Tuesday 18 October 2011 0 No Reply

Eric Clapton en Santiago dom 16-oct-2011

Para mi era más bien un deber que un placer ir a ver a Eric Clapton, el único quinto beatle sobreviviente al 2011 (al menos que extendamos la cortesía a Jeff Lynne). Curiosamente, bien tarde le vine a prestar atención a Mano Lenta, después de From the Cradle, aunque disfrutaba de niño sin saberlo de sus cooperaciones más entrañables, tanto en el Disco Blanco, como en All Thing Must Pass y Cloud 9.

Cuando fui por su canción de autor no me sentí muy gusto, todo lo contrario a mi pasión por sus exquisitos discos bluseros, incluso a primeras no entendí mucho lo de su leyenda hasta que dí con Cream, Yardbirds y su participación en Tommy de The Who.

Por eso los 15 min de retrasos fueron perdonados de inmediato con la excelente tripleta de entrada que se despacho con Key to the Highway, Tell the Truth y Hoochie Coochie Man, si bien en esta última encontré que no lo acompaño mucho la voz, debería tomar nota de los crooner que dejan las canciones vocalmente más exigentes para después, más avanzando el concierto ya pudo ponerle su mojo a los temas cuando correspondía.

Clapton se presentó acompañado de batería, bajo, piano, teclado y dos coristas de la raza del blues, el sonido durante todo el show fue impecable y supo darle espacio al pianista (un hermano perdido de Tom Petty) y al tecladista (un Billy Preston con más kilos) para que se despacharan sus solos en un par de temas. Aunque a mi parecer abuso de dicho recurso, en canciones seguidas además, como si él mismo ya no quisiera hacer los solos.

El concierto básicamente tuvo tres secciones, una primera eléctrica, una segunda acústica y una tercera sección que es donde yo encontré que termino abusando del recursos de los solos en secuencia: guitarra, luego piano, luego teclado, luego guitarra un poco y vamos al coro.

La sección acústica fue para mi la mejor parte del show, tomando temas del From the Cradle, del Unplugged y de su último disco, hizo 3 temas con guitarra acústica y luego tomo una stratocaster negra con poco efecto (durante la parte eléctrica uso una stratocaster celeste) para los dos siguientes, sin perder el ambiente "unplugged", en donde el bajista también se cambio a un instrumento semiacústico y baterista cambio baquetas por plumillas. Con esa conformación musical cerraron la sección con una arrastrada versión de Layla (aka Pattie Boyd) más melancólica que la registrada para el Unplugged (dicen los entendidos que más parecida a la que realizo con Marsalis a comienzos de año).

La tercera sección tuvo altos y bajos, los arreglos que hizo para Badge los encontré poco fluidos en la parte de los cortes, quedaba el teclado sonando en un ruido saturador, segundos de pausa y el arpegio de la guitarra entrando con poca fuerza. Después compuso la cosa con Before You Accuse Me y Little Queen of Spades, unico saludo a Mr Johnson. Cerro con Coccaine, en donde más se lucieron los hombres en los teclados que Eric, como ya mencione, sus saludos de rigor y encore con Crossroads, que no fue una fiesta y sería todo.

Me dio la impresión que estaba planificado considerar un segundo encore, pero no paso nada, hubiese preferido un cierre con Sunshine of Your Love.

Alfredo Lewin adelanto para 2120 que para esta tercera visita de Clapton al país, no debíamos esperar euforia y grandes despliegues de maestría por parte de Mano Lenta, sino un concierto casi por cumplir. Si bien escuche harta gente a la salida que se fue con esa sensación (Clapton se limitó a un escueto saludo y unos cuantos "thank you!" en su comunicación con el público) yo iba más bien a escuchar un reposado concierto de primer nivel mundial por una banda comandada por una leyenda y eso obtuve. El set list completo en la nota de RocknVivo.







Finalmente unas palabras para La Rata Blusera + Vilanova (aka Botafogo), gracias al mal servicio dado por la empresa de buses que trajo la gente de Valpo/Viña al concierto, que salió con 45 min de atraso, me perdí la salida a escena de los teloneros, pero me habré perdido no más de 2 canciones. Notable show, sonaba impecable y tocaron con soltura y mucho fiato. Eso sí deberían presentarse entre cada canción, se suponen que se están promocionando, mucha gente preguntaba ¿quienes son?.

Y bueno, gracias a T.U.B.E. casi el mismo set list pero en Londres, descargable en FLAC acá.

Monday 3 October 2011 0 No Reply

Tears for Fears en Santiago 30-sept-2011

Aprovechado que me tenía que quedar en Santiago me arranque de pasada a ver Tears for Fears en el Movistar Arena, si bien no les sigo su carrera tienen suficientes buenos temas como para disfrutar un buen concierto, algunos de los cuales siempre han estado presentes en mis compilados de los ‘80s, sin contar que Sowing The Seeds Of Love es la más grande canción Beatle de su decada (o de la segunda mitad para no ser tan absoluto), de hecho suena más beatle que cualquier tema del excelente Cloud 9 de George y del olvidable Flowers in the Dirt de Paul.


Otro motivo para ir es que, en este segundo concierto en el país, estaban los dos miembros originales de TfF , ya que durante los 90 Curt Smith se mando a cambiar y es su voz la que inmortaliza clásicos como Everybody Wants To Rule The World y Advice For The Young At Herat.


Precisamente con Everybody Wants To Rule The World partieron el show a las 21:07 (yo pregunte por twitter a la productora si el concierto sería puntual, porque tenía problemas para llegar a la hora y me respondieron “un rotundo si!”) y se echaron de inmediato al público al bolsillo, la cancha estaba llena, demasiado a mi parecer, ambas secciones VIP y Gente Común. Las plateas mostraban algunos espacios, además el escenario estaba más o menos en la mitad de la cancha, creo que habría unas 5 mil personas. El escenario era sencillo, sin pantallas siguiendo el show pero si de fondo haciendo decorados ad hoc a cada tema.


Después de Everybody Wants… siguieron con un tema menos conocido (Secret World según TUBE y Setlist) en donde intercalaron versos de Let ‘em In de Paul y para luego tirarse sin más con Sowing The Seeds Of Love, que sonó bastante bien para la riqueza de los arreglos de la original. La banda eran un baterista, un primera guitarra que alternaba con el bajo, Smith de bajista en la mayoría de los temas (yo encontré que le faltaba definición al sonido del bajo), Orzabal en guitarra, un tecladista a cargo también de algunas pistas y efectos de sonido, además de un corista con pinta de marine gringo que cantaba con un falsete que saco muchos aplausos (para un par de temas subió una corista a escena).


El concierto avanzó mezclando temas antiguos con más nuevos pero sin ningún smash hit hasta que se matricularon con una sentida versión de Billie Jean, con el corista de los falsetes tomando un rol casi protagónico, a pesar de que la cantaba Orzabal. Sentida por que fue una versión lenta y porque Jackson ya no está por estos lares, pero hay que decir que antes hizo una muy buena versión Chris Cornell en su segundo disco solista y mucho, mucho, mucho antes Caetano Veloso ya la estaba cantando.



Que no se me olvide decir que Orzabal preparo un largo parlamento en español para interactuar con el público llegando a prometer “no inglés esta noche”, idioma al cual tuvo que recurrir para presentar a la banda.


Después de Billie Jean vino Advice For The Young At Heart, luego algunos temas más para cerrar con Break It Down Again y Head Over Heels que sonó notable con todo el público prendido. El encore de rigor fue con Woman in Chains (en donde el corista del falsete hizo la voz femenina en una notable performance) y el último tema Shout (cual más podría ser?), para apuntar casi 1 h 40 min de concierto.


Tears for Fears es una banda con arreglos bien trabajados para sus temas, no había reparado en eso, creo que deberé volver a prestarle atención, al menos al disco The Seeds Of Love, que en su momento me lo presto un compañero de curso pero que no supe apreciarlo y grabe solo los singles.




PD: llegué a comprar la entrada al Arena, pensando que sería un trámite sencillo, pero había un desastre logístico con la gente que compro entrada por Internet y que debía retirar con su carnet, así que si alguna vez toman esa opción lleguen con anticipación.
Friday 5 August 2011 0 No Reply

CUENTO: Cantando en la Micro

Extracto:

Tomadas las chelas, adivinen! nadie en Playa Ancha nos quiso llevar, cuando a Machine no le hacía gracia la espera, se me ocurrió una muy brillante idea: que nos pasáramos por cantores de micro, así nos subíamos gratis, tocábamos un par de desafinadas canciones y luego nos quedábamos piola en la micro. Cualquiera con unas chelas en el cuerpo se hace esa. Esperamos una micro rumbo a nuestro destino, Machine le mostró la guitarra al chofer, le puso una sonrisa de idiota (sin mucho esfuerzo) y nos subimos.

A la gente le llamó mucho la atención que nos subiéramos “a cantar” con nuestras pintas radicalmente distintas a la de los típicos lanas que suben a cantar folclore. No sentamos en el último asiento, el chofer apagó la radio, unas lolitas nos pusieron unas sonrisas, y mi amigo ... mi amigo miraba por la ventana feliz de la vida.

- ya Machine tócate una o de aquí nos baja el chofer a patadas
- ¿Que queri que toque Barsa? si solo me se puros rock, nada onda micro
- ¿no cachabai una de los Iracundos?? Dale no más, yo me la canto
- vo?!! Juajaja, por reírme de vos demás!!


Para leer el cuento completo solo tienes que hacer click acá: Revista E92
 
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