Acabo de ver pasar por mi TL del pajarito un tweet de los
Pixies regalando su bonus track del último Record Day, el tema “Women of War” y
me acordé que quede pendiente de comentar su última presentación en el LollaCL
2014. Descargado el tema y meses después del concierto mejor vamos por el
comienzo.
Debió ser 1988, plena época del plebiscito que derrocó a
Pinochet, y en una revista política
opositora al régimen había siempre una plana “cultural”, (no recuero si era en
Análisis o Apsis, ambas desaparecidas gracias a esas cosas incomprensibles de
la vuelta a la democracia chilena) y en una edición venía un breve nota sobre
los Pixies. No había escuchado antes de ellos de ninguna forma y así fue por
varios años más, jamás he olvidado la nota por el status de salvadores del rock
que les daba el cronista y por la cuña de Black Francis – que hoy llamaríamos
perfectamente hipster – de que “somos la banda favorita de mi abuela”. Odie la
nota y a los Pixies, que salvadores ni nada, que pedante darle a una bandita de
universitarios el estatus de salvadores de rock mientras Guns n’ Roses estaba
demoliendo el planeta, Axl, Slash, Duff, Izzy ahí estaban los salvadores del
rock!. Bueno eso creía yo en 1988.
Años después, primavera del 93 más menos, no me pidan
precisión 20 años después!, Axl es a la fecha el enemigo número uno del rock,
el salvador Cobain y mi profeta Patton y Pixies?… sigo sin haber escuchado ni una
sola canción de los de Boston siquiera, pero al menos alguien los nombra de vez en
cuando, al menos sé que ya están disueltos sin pena ni gloria, y que sigo sin olvidar
la cuña de Charles. La música tiene momentos mágicos y así fue como un buen día un compañero de la
universidad me pasó un disco diciendo “me llegó una caja de CDs desde USA, casi
puro hip hop, pero esto seguro te gustará a ti”, era el Bossanova.
A esas alturas la repulsión que me produjo la notita a los
Pixies en 1988 es sólo un anécdota y ya había descubierto mucha música alucinante que no
sonaba en las radios tradicionales, puse el CD, le di el volumen y… “Cecilia
Ann” y "Rock Music" me dejaron petrificado! No lo podía creer, me
dije rock sesentero con la suciedad de Nirvana, que buena mezcla!... hey, un
segundo … de cuando es el disco… de 1990! antes del Nevermind!... mi melomanía
se fue al carajo, mientras tema por tema los Pixies me sumaban a su fila de
fans incondicionales sin demora. Bueno, ya todos saben que los Pixies fueron
fundamentales para Kurt y sus amigos.
Cuenta la leyenda que Ronald Smith (el mismo de la Radio Valentín
Letelier) tenía un local de arriendo de CDs en el Portal Álamos de Viña, llamado
el Cuarto Desconocido, devorado el Bossanova llegué corriendo al local por más
Pixies, Ronald al ver que había arrendado previamente a Faith No More me
sugirió seguir por el Trompe le Monde y de ahí no paré hasta tener cuanto lado B,
toma en vivo, cosa suelta hubiese por ahí.
Encontraba a los Pixies divertidos, enérgicos, crudos e
intensos, con algunos momentos sublimes y por sobre todo melódicamente insuperables,
ahora sí que entendía a cabalidad la etiqueta de rock alternativo y como si una
secta secreta me fuera develada poco a poco fui notando la fiel fanaticada que
los Pixies tenían entre músicos y artistas que no congeniaban con el
mainstream. Finalmente asumí que la etiqueta de salvadores del rock dada en
1988 no era gratuita y que efectivamente fueron un big bang para toda la música
de los 90s en donde el rock llamado alternativo creció tanto que pasó a ser (paradojalmente) el
rock oficial.
Un salto cuántico al sábado 9 de octubre de 2010 y los
re-unidos Pixies están frente a mí celebrando los 20 años del Doolittle, a las
finales mi disco favorito, aunque no por mucho por sobre los demás. Es el
Festival Maquinaria y días antes habían dado un concierto de antología en el
Teatro La Cúpula durante la histórica jornada de rescate de los 33 mineros de
la Mina San José. Los que se repitieron el plato dicen que el show del
Maquinaria fue fome, yo no tuve el privilegio y para mí la hora y media fue
emocionante y más que suficiente, era una cita con la historia y con una de mis
principales influencias y no pedía más, solo extrañe tan poca presencia del
Bossanova y el Trompe le Monde en el set list.
Llegamos al 2014 y Pixies se presentan otra vez en Chile pero esta vez con
material nuevo y bajista nueva, el nuevo disco (en rigor 3 EPs compilados en el
LP Indie Cindy) suena a una cosa intermedia entre un Doolittle y un Trompe le Monde
descafeinado y los fans no le han puesto muchas fichas. Sus discos ya no son la joya
oculta de melómanos marginales, ahora Pixies son la institución, sacan 3 EPs porque
los genios comerciales del sello le dicen que es la mejor forma de hacer dinero
ahora. Bueno, bien que ganen dinero con su arte, todos queremos eso, o no?. Se
repite la historia de un sideshow previo que dicen que estuvo de pelos y un
show masivo desganado, y yo otra vez estoy en el show masivo y me entro a
convencer de que la masividad los incomoda, que a los Pixies hay que verlos en
un boliche, encima de ellos. Esta vez siento que me aburro, terminan mostrando
los temas nuevos y concentrándose en los temas del Surfer Rosa... hay que tocar
porque es la pega, hagamos una versión de 10 minutos de “Vamos” para cumplir
con el tiempo estipulado en el contrato y a cobrar. Lo más emotivo del paso de Pixies por el LollaCL 2014 fue cuando, al rato después, Win Butler de Arcade
Fire cantó con su guitarra acústica “Wave of Mutilation” versión lado B (poner video en minuto 4:10).
No hay que endiosar a tus ídolos musicales, nadie está
exento de dar un mal show, los discos al menos no se estropean con el tiempo
por mucho que sus autores se afanen en basurear su propio legado, los Pixies
sufren la paradoja de refrescar el sonido de toda una generación con sus
primeros discos y grabar un disco que se entendería perfecto si no supiéramos que
han pasado más de 20 años entre Trompe Le Monde e Indie Cindy y que la otrora novedad es hoy la masividad, de hecho en el mismo escenario la chispa que ellos sembraron la usaba un rato antes Portugal The Man para incendiar la tarde. Recuerden, no hay que endiosar a tus ídolos
musicales, eso sólo se lo ganaron John, Paul, George & Ringo.